Lo peor que hacen los malos es obligarnos a dudar de los buenos.

Enrique me daba asco, la única cosa que deseaba era venganza. Pero quería suspender la acción, planearla detalladamente. Advertió que mi madre se sentía mal entonces decidimos con mi madre y mi hermano retirarnos a la villa de Arévalo. No dijo a mi familia lo que había descubrido porque ya estaban bastante preocupados.
Una noche en Arévalo cuando en mi cabeza se agolpaban pensamientos oí horrible grito de mi madre. Corre a su habitación. La encontré con una mirada como endemoniada, en lagrimas, decía unas cosas incomprensibles. Lo fue un ataque de locura, como luego se resulto no fue ultimo. No creía que pueda ser peor. Estuve en un error.
Durante un ataque mi madre reveló un secreto horrible. Dijo que ella había planeado con Enrique aquel cruel crimen. Enrique la cegó, prometió unas beneficios y mi madre le guardaba rencor a mi padre por unos asuntos antiguos. Decidió ayudar a Enrique. Quería odiarla pero no pudo. No actuaba a sangre fría. Por muy malas cosas hiciera, continumente era mi madre.
Todo se hizo tan complicado ya no pudiera vengar a Enrique porque tendría que entregar mi madre. Enrique incumplía disposiciones testamentarias, nos faltaba dinero y no podíamos hacer nada porque tenía a nosotros en un puño. Necesito un tiempo para reflexionar..